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En las últimas tres décadas, Ara Mirzaian ha puesto aparatos ortopédicos a todo tipo de personas: desde deportistas paralímpicos hasta niños con escoliosis. Pero Msituni era un paciente como ningún otro: una jirafa recién nacida.

La cría nació el 1 de febrero en el San Diego Zoo Safari Park, Estados Unidos, con la extremidad delantera flexionada al revés.

El personal del parque temía que pudiera morir si no se corregía de inmediato el problema, ya que éste podría impedirle alimentarse y caminar por el hábitat. Pero no tenían experiencia en la aplicación de un dispositivo ortopédico en una cría de jirafa.

La situación era especialmente difícil, ya que era una recién nacida de 178 centímetros de altura, que crecía cada día.

Así que decidieron recurrir a los expertos en ortesis de la Clínica Hanger. «Fue muy surrealista cuando me enteré», dijo Ara Mirzaian a AP, durante una visita para conocer a la jirafa, que se paseaba junto a las demás sin problemas. «Por supuesto, todo lo que hice fue entrar en internet y estudiar a las jirafas durante las 24 horas del día hasta llegar aquí», señaló.

En diez días se corrigió el problema

Msituni sufría una hiperextensión de los carpos, los huesos de la articulación de la muñeca en las extremidades delanteras de las jirafas, más parecidas a los brazos. Al compensar el exceso, la segunda extremidad delantera comenzó a hiperextenderse también. Sus articulaciones traseras también eran débiles, pero pudieron corregirse con extensores de cascos especiales. Y puesto que pesó más de 55 kilos al nacer, la anomalía ya estaba haciendo mella en sus articulaciones y huesos.

Para que los aparatos ortopédicos hechos a medida funcionaran, debían tener cierto rango de movimiento pero ser duraderos, así que Hanger trabajó con una empresa que fabrica aparatos ortopédicos para caballos. Utilizando moldes de las patas de la jirafa, tardaron ocho días en fabricar las órtesis de grafito adornadas con el distintivo patrón de manchas del animal para que coincidieran con su pelaje.

Con cada vez mayor frecuencia, los zoológicos recurren a los profesionales de la medicina que tratan a seres humanos para encontrar soluciones para los animales que están enfermos.

La colaboración resulta especialmente útil en el campo de las prótesis y la ortésica. Hace poco, el ZooTampa, de Florida, se asoció con expertos del mismo ámbito para sustituir el pico de un cálao enfermo de cáncer por una prótesis impresa en 3D. Y en 2006, un equipo de Hanger en Florida creó una prótesis para un delfín que había perdido la cola tras enredarse en las cuerdas de una trampa para cangrejos. Su historia inspiró la película de 2011 «Dolphin Tale».

Fuente: Emol.com – https://www.emol.com/noticias/Tendencias/2022/05/13/1060917/con-medicina-humana-salvan-jirafa.html